Los siete pilares de konigsberg
Lo primero que hizo Euler para
resolver el problema fue eliminar todo lo que no era importante. Convirtió las cuatro zonas (A, B, C y
D) en puntos (los llamados vértices o nodos), y cada uno de los puentes
(1,2,3, …) en líneas (aristas o arcos) que conectan los nodos (zonas).
El problema lo redujo a decidir si existe o no un camino
que comience por uno de los puntos azules, transite por todas las líneas una
sola vez, y regrese al mismo punto de partida.
La conclusión básica de su teoría, que no
de su demostración, es muy sencilla:
“Para cumplir con las condiciones del problema, si uno llega a un nodo (zona) a través de una arista (puente) debe salir de él por una arista distinta (puente), lo que nos lleva a que en cada nodo (zona) el número de aristas que confluyen debe ser par”.
“Para cumplir con las condiciones del problema, si uno llega a un nodo (zona) a través de una arista (puente) debe salir de él por una arista distinta (puente), lo que nos lleva a que en cada nodo (zona) el número de aristas que confluyen debe ser par”.
Según la conclusión de
Euler se trata de un problema irresoluble: no existe solución que permita hacer el recorrido
pasando una sola vez por cada uno de los puentes.
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